La segunda generación Daihatsu Fourtrak se introdujo en 1993 y disponible para la exportación el año siguiente. Entre las evoluciones fue la sustitución de las primeras hojas de la primavera de ejes de suspensión independiente en las cuatro ruedas. El motor de gasolina se amplió a 2,2 L, con un pequeño aumento de potencia a 91 CV (67 kW), mientras que el 2.8 Turbo Diesel fue equipado con un intercambiador, lo que resulta en un aumento de potencia a 102 CV (75 kW). Sin embargo, el modelo se consideró demasiado rústico, aún no disponen de puertas traseras en la larga distancia entre ejes modelo, Daihatsu y se negó a reemplazarlo, concentrándose en los automóviles más pequeños.